6 Tips para integrar a Colaboradores Difíciles a un Proyecto de Mejora

Los colaboradores en las organizaciones suelen dividirse en 4 tipos:

1. El que se integra y participa por que así es ella o él
2. El que se opone a todo, hasta a él mismo
3. El que es como jarrito de tlaquepaque y siente que no lo valoran
4. El más peligroso, el que te dice que si, pero a la hora de la verdad se raja como tabla vieja.

¿te identificas con alguno?

Wilfred Krüger, en su Change Management Iceberg nos muestra que ellos, son parte de lo que hunden los proyectos, y a las empresas también.

No obstante Peter Druker, nos enseña que «no es la gente, quien es culpable de la mayor parte de los problemas de una organización sino su falta de estructura», por otro lado, Peter Senge nos enseña que «la estructura genera comportamiento». Frases maravillosas para nosotros que somos parte del mundo del management moderno, la gestión por procesos, la calidad y las mejores  y buenas prácticas para la mejora continua.

En esta ocasión, tras terminar un proyecto complejo en una gran organización mexicana, con profesionales comprometidos con el alto desempeño, que se dedica a la «escritura y mucho más», me di a la tarea de redactar 6 tips para integrar a colaboradores difíciles a un proyecto de mejora y vamos a ellos:

Si quieres integrar a los colaboradores de los procesos que van a ser objeto de un proyecto de mejora, incluso con colaboradores clave que interactúan con ellos, puedes:

1. Acércate a ellos, si eres o pretendes ser el líder, reconocido o no, pero con autoridad (ganada) y no con poder (otorgado) como dice A. Maslow, tu responsabilidad es acercarte, y no que ellos se acerquen, y explícales la importancia del proyecto, y la importancia que tiene para la organización, los beneficios que buscan lograr, y los problemas que pretenden resolver.

2. Explícales cuál es la importancia de su participación en el proyecto, cuál es el impacto de su aportación a la organización, para que tomen conciencia de la importancia de su trabajo y de su participación en el proyecto.

3. Capacítales en lo que van a hacer, acércales conocimiento práctico y de aplicación inmediata, donde ellos puedan impactar su portafolio de evidencias profesionales para robustecer su propia competitividad, si pueden lograr una certificación, mucho mejor aún, y por favor solicita a tu proveedor de capacitación que te dé testimonios de la calidad de sus servicios.

4. Solicita su participación más inteligente, no la de su jefe o sus compañeros, sino la de ellos mismos en su mejor versión, y que esta refleje su propuesta más proactiva. Que aporten lo mejor de ellos, finalmente, si el proyecto, ellos aprenderán, y si el proyecto colapsa, ellos aprenderán. Si no les llama la atención adquirir más competencias, entonces que se dediquen a algo menos productivo. Las filas de la mediocridad, siempre están llenas.

5. A los colaboradores que son negativos, contreras, apáticos, críticos, difíciles, explícales que su participación para la identificación de riesgos al proyecto es vital, que ellos son los que pueden identificar todo lo que podría fallar para el éxito del proyecto, para posteriormente relizar protocolos si estos riesgos se materializan. Ellos, cuando abres un clima de confort, son nobles y leales, ademas de experimentados y muchas veces mordaces, no obstante, integrarlos a ellos mide tu nivel de líder. De lo que estás hecho.

6. A todos los colaboradores, explícales que, en la mayoría de las empresas latinoamericanas, los directivos, los accionistas, los jefes no escuchan y si escuchan, es solo lo que les conviene y éste, tu proyecto, representa una manera formal para «escuchar formalmente» sus propuestas e ideas, no sus problemas y quejas solamente. Que el éxito de la propuesta o idea, depende de una clave fundamental, la estructura con la que se presenta.

Ahora, como presentar una propuesta de proyecto, para que tenga mucho mayor posibilidad de ser aceptado…

Aquí encontrarás una propuesta: Cómo Vender un Proyecto para que sea aceptado.

Por último, debes saber como decía mi abuelo, que «hay madera que ya no agarra el barniz», son colaboradores que no tienen remedio y son muy pocos, menos del 10%, según nuestra experiencia. Y no tiene que ver con la edad de los colaboradores, ni con su nivel socio-académico, menos aún con su genero. Las mujeres profesionales deben abrirse camino en el mundo machista que hemos permitido, impúlsales, y si eres una de ellas, aprende que el síndrome del «naco con poder» acecha a todos. Aprende de estos especímenes, lo que no debe hacerse al subir en los niveles de gestión de las organizaciones, para que no lo repitas.

Se profesional y sé ejemplo de ello, no por una recompensa sino por que sea tu forma de ser y de trabajar.

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Mario Brieño