¿Para qué aprender más?

Para qué aprender más

Cuando platicas con alguien que ya tiene años en su profesión, una de las respuestas más típicas es que para la gente que ha vivido lo suficiente, haya tenido éxito o no, haya tenido fracasos o no, este satisfecho con sus logros o no, “nunca se deja de aprender”, sin embargo sabemos que no siempre se actúa de manera congruente con esta frase convirtiéndola en un barato cliché.

Sucede en realidad que la gente nos resistimos a cambiar, a seguir aprendiendo, buscamos y creamos un entorno que nos cause confort y cierta seguridad, que cuando lo logramos no queremos que alguien trate por ningún motivo de cambiarlo.

Muchas veces, somos solamente un pasajero de nuestras propias vidas donde las confusiones de los demás determinan nuestro destino y pasamos de una edad donde decíamos “mi vida será así”, a otra edad, donde resignadamente respondemos ante algo incontrolable por nosotros mismos, a un “así es la vida”.

En países como los nuestros la educación ha sido un tema electorero mas no un tema estratégico de fondo, el sistema educativo solo nos preparara para ser parte de una maquinaria que cumple un cometido consumista que mantiene el orden del poder y la riqueza, con un conjunto de personajes de historieta que empeñan su vida por mantener el control de esa estructura, llamándola democracia y convirtiéndola en algo vulgar y ordinario.

No es común para mí, entrar en temas de este tipo, pues nuestra línea es empresarial y profesional, no obstante hablar de Conocimiento, nos responsabiliza a tocar el tema, sin olvidar el motivo de hacerlo, y a ello voy.

En épocas actuales, donde el conocimiento aún está más demeritado por un sistema educativo tan pobre y con medios de comunicación tan rapaces, debemos darnos cuenta que el conocimiento, la educación, la formación, será un diferenciador que pueda sustentar una ventaja sobre tus competidores. Es decir, “a rio revuelto, ganancia de pescadores”

Incluso para quienes aún tienen este tema de la enseñanza; de la educación, de la gestión del conocimiento como una verdadera vocación, porque existen maestros que conozco que si la tienen, así como también tienen la enorme responsabilidad de compartir su conocimiento, a ellos les genera una energía inusitada ante la ignominia de la ignorancia o bien una enorme frustración por no encontrar formas de hacerlo llegar a la gente.

¿Has visto como ya en muchas universidades los maestros se han convertido en supervisores de estudio? Solo dejan los temas a “investigar” y están a veces presentes para las exposiciones de sus “alumnos”, en eventos más parecidos a un reality show que a una cátedra que en pocas instituciones aún se mantiene.

Para qué aprender másUniversidades donde los alumnos se siguen repartiendo los temas de manera proporcional, y van entregando o exponiendo los temas destacando los excelentes resúmenes copiados y pegados desde alguna página de internet creyendo que esta es una investigación seria y precisa, y no solo una referencia de información.

Sin embargo, por el otro lado, estos maestros de vocación, estos profesionales comprometidos, esos directivos de empresas que buscan la trascendencia, ellos saben que nunca se deja de aprender, y ellos si tienen sustento en decirlo, pues toman cursos, leen, estudian, planean, investigan, prueban, arriesgan, intentan, analizan y lo hacen por amor al conocimiento y al proceso enseñanza aprendizaje, no para ganar puntos y tener más logros que cambiarán por prestaciones u oportunidades, solamente.

He contado con la fortuna de dirigir más de 30 tesis y tesinas de postgrado, he coacheado a un sinnúmero de profesionales para definir su objetivo profesional y su plan de trabajo para lograrlo, he apoyado en la definición de sus estrategias a docenas de empresarios y también ayudado a estudiantes a definir sus carreras profesionales, además de los equipos que he formado por más de 12 años para proyectos de mejora, quienes han tenido carreras exitosas y siempre están dispuestos a atender algún llamado. En todos ellos he observado algo en particular: los mueve el conocimiento.

Todos ellos tienen claro que ante mayores capacidades, mayor será su desempeño y su confiablidad y no solo eso, mayor será su satisfacción, pues en ello consiste el éxito de su vida profesional, en el ejercicio de su vocación que está sustentada en sus talentos.

Basado en el Libro y enseñanza de Marcus Buckingham, desataco el concepto que me ha servido para el coaching de muchos de los profesionales que menciono, incluso de mí mismo: los Recursos con los que cuentas son tus talentos que tienes de manera nata en tu ser y es necesario descubrirlos y analizarlos detenidamente para definir un objetivo lógico y creativo. Las capacidades son, desde este estudio, un conjunto de conocimientos adquiridos que de manera formal o informal van a impulsar esos talentos por medio de una plataforma sólida. Aun hoy en día hay quienes quieren inventar de nuevo la rueda, en lugar de utilizar el conocimiento que existe y las formas de hacernos de él, para entonces proyectar su creatividad desde un punto más alto, ellos aún se dedican a ser libres y creativos sin una base de conocimiento, queriendo aprender solo lo que les gusta o descubrirlo de manera desorganizada e informal y el tiempo les pasa por encima.

Entonces, la conclusión de estas reflexiones es, que debemos hacer algo por nuestra empresa, nuestro país, nuestra juventud y nuestro propio ser, debemos adquirir mayores capacidades para potenciar nuestros talentos y en ello podremos dignificar a nuestro ser.

O lo hacemos por temor a frustrarnos y que nuestra empresa vaya de mal en peor, o bien seguiremos frustrados con el desánimo de ya no sorprendernos sino por un nuevo video juego o la nueva temporada de algún medio que solo busca vender, que incluso te dice que debe dolerte para saber que debes comprarle.

O lo hacemos por salir adelante y dignificar a nuestro ser por medio de adquirir conocimiento serio, ya sea de manera individual u organizacional y aplicarlo para generar un entorno productivo y de alto desempeño.

En la actualidad existen una serie de disciplinas, de herramientas, de mejores prácticas, de modelos y metodologías increíbles que pueden ayudar a tu empresa y a ti como profesional para que no respondas siempre: “es que no tengo tiempo, tengo mucho trabajo” cuando sabes que solo atiendes urgencias y no las cosas importantes que sabes debes hacer. Hazlo por ti en el futuro. Para qué aprender másImagínate a un “tú mismo” dentro de tres años, una versión de ti plena y satisfecha por los logros que ha tenido. Entrevista a ese ser y pregúntale cual fue la clave de su éxito, que fue lo que hizo para lograr ser quien en ese momento es. Verás sin ninguna duda que la respuesta estará rodeada de la adquisición de mayores capacidades, de mayor conocimiento de cosas que debe aprender, y no solo de lo que le gusta aprender.

Aprende, estudia, aplica el conocimiento adquirido, utiliza modelos de gestión, busca y aplica la gestión del conocimiento y verás que pasa.